miércoles, 10 de febrero de 2016

Curioso I, nº 11. Un TORO BRAVO

Lidiado en Madrid, el domingo de ramos de la pasada temporada. Lo lidiaría Iván Fandiño, que no pudo estar peor con él. 
Dejó un saludo capotero para acordarse. Por supuesto Fandiño no, el toro. El hocico por el albero de Las Ventas. 
Se llevó dos varas dignas de ver. Empujando en el primero y desde los medios en el segundo. Pon fin, se puso delante un torero. A caballo, pero más que otros. Israel de Pedro se llevó una una ovación de escándalo. 
Aparecería entonces el segundo torero que se quería poner delante. Javier Ambel, que estuvo impecable con la brega.
Fandiño escogió torrenos no favorables. Se le vio inseguro, incapaz, nervioso, toreando perpendicularmente a tablas. Y ahí delante, un toro. Esperando a que un tío le plantase delante una muleta para poder comérsela. Pero sólo se tragaba trapazos.
Se fue despedido de una fuerte ovación. Y es que, aunque os parezca que sí, el aficionado no es tonto. 
Una vergüenza. Y un señor Toro.

Así metía la cara.







Desde la boca de riego.




Otro toro de los de verdad, que se va sin torear.

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